miércoles, 10 de febrero de 2016

Crítica de cine: La Chica Danesa

Y vamos con otra peli candidata también a dos de los principales premios Óscar: Película y actor protagonista.

La Chica Danesa es una película de auto descubrimiento y sufrimiento ante la incomprensión del entorno. Es la historia de una pareja en la Europa de los años 20, Einar y Gerda, que ve como se desmorona su mundo ante el descubrimiento de la transexualidad de él. Y digo la historia de una pareja por que los considero protagonistas tanto a él (Eddie Redmayne) como a ella (Alicia Vikander).

La forma en que se va contando la transformación de Einar en Lily (su nombre como mujer), de una forma gradual, dificultosa, dolorosa, es muy real y, evidentemente, gran parte del mérito es de la interpretación de Eddie Redmayne. Sin grandes florituras ni sobreactuaciones pretenciosas, si no más bien desde la más profunda sencillez e inocencia, Redmayne consigue hacernos ver en él a alguien que sufre, confundido al principio y decidido a ser feliz después. La forma de mostrar al personaje, tan inseguro, tan ingenuo, con tantas dudas, contrasta con las personalidades más resueltas y decididas de los protagonistas de otras películas reivindicativas, haciéndolo más cercano y entrañable.

Por otra parte, el papel a priori menos agradecido, el de la mujer, se ve convertido en un personaje fuerte, lleno de matices, que Alicia Vikander eleva, quizá no por minutos pero sí por interpretación, a coprotagonista. Esa evolución tan difícil de esposa a amiga nos parece de lo más normal gracias a esta gran actriz, cuya carrera habrá que seguir con atención.

Hay que destacar también la descripción que se hace de la sociedad europea de entreguerras, tan moderna para algunas cosas y tan conservadora para otras. Me parece sublime la forma en que se evidencia el machismo de la época. Sin estridencias, sin mencionarlo por su nombre y de una forma sutil, vemos las importantes limitaciones que sufrían, y por desgracia siguen sufriendo, las mujeres. Incluso el propio personaje de Einar al transformarse en Lily se aplica a si mismo el machismo de una forma inconsciente, por tenerlo totalmente interiorizado. También es interesante ver como trataba la medicina de la época, sobretodo la psiquiatría, el tema de la transexualidad. A la recreación de esta sociedad contribuye de forma muy importante un gran elenco de secundarios que cumplen su papel a la perfección. Pequeña mención para el personaje homosexual, también algo confundido, interpretado por Ben Whishaw.

Es necesario mencionar también la magnífica pero comedida ambientación, tanto de exteriores como de interiores, y un exquisito vestuario cuyo responsable es el único español nominado a un Óscar este año.

En resumen, gran película reivindicativa pero sin adoctrinamientos, con una cuidada recreación de la época retratada, y dominada por las grandes interpretaciones de la pareja protagonista.

Nota 9/10

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